Difícil más no imposible: Nacer neutrales para crecer libres. ©

¡Qué lindo panorama! ¡Un paraíso eterno!

La falta de educación y de conciencia de las generaciones pasadas es lo que mantiene a este pueblo en disputa. La “ideología de género”, tergiversación en realidad de la Teoría o Estudios de Género, es "el monstruo rosa" con el que buscan de-construir al hombre y a la mujer colombiana, al querer enseñar  a los niñxs decidir qué, cómo, cuándo y dónde, ser lo que ellxs quieran ser. Sin embargo, pareciera imposible coartar la producción de niños azules y niñas rosadas en el país.

De acuerdo a eso, los hombres y las mujeres conocidos hasta ahora como heterosexuales, son los únicos que mantienen vivo el consumo, el progreso, la ciencia, la tecnología, la industria farmacéutica, entre otros toros de diversa índole, incluyendo el concepto de familia. Lo más seguro es que: primero, olvidan los más de 40 tipos de familias posibles que existen; segundo, que la gran mayoría pertenece a familias atomizadas que viven el dolor de no ser nucleares o haberlo logrado; y, tercero, que los cisgéneros (hetetosexuales) no son los únicos beneficiarios del sistema de salud, ya que los travestis y lxs chicxs transgénero, también hacen uso de cirugías y medicamentos; aunque, no tanto como lo hacen las mujeres cisgénero para aumentar-cambiar sus proporciones. 

Rectoras, Administradoras, Madres Cabeza de Hogar, ven como les quitan lo más preciado que han formado con esfuerzo en sus hogares y exigen el respeto por las tradiciones y sanas costumbres. Desconocen con ceguera obligaba, que en sus casas se encuentra la niña masculina y el niño femenino deformándose y desconociéndose. Súmele, que las madres ni siquiera saben si a estas alturas han tenido o tendrán acercamientos con jóvenes de su mismo género. 

Estos chicxs obligados a ser "heterosexuales" diferentes, tampoco practicarán el respeto y la comprensión de lo diverso pues sus tutores impiden que se acerquen al conocimiento tanto como Dios prohibió a Adán y a Eva comer el fruto del árbol de la vida. La violencia es un ciclo imparable. Lo contradictorio, es pasar por encima de la consciencia que lxs jóvenes de hoy traen en sus genes y corazones. Y, lo más duro será, que se logre una cátedra abierta en la escuela  en la que se les aclare por qué sus mamás y papás han sido tan domésticados.

Una de las diferencias y fortunas, de las experiencias del tercer tipo (amor gay o lésbico o diferente) está en que las prácticas entre gays y lesbianas, por ejemplo, no dejan evidencias de pérdida de la virginidad. Como sí sucede a las parejas púberes que tras el acto sexual quedan embarazados sin saber porqué. De ahí la importancia de una educación diferente que permita la formación en Educación Sexual. Aunque, según se entiende como lugar común, sería mejor evitar hablarles de sexo y sexualidad a los infantes, a los púberes, adolescentes, jóvenes, adultos, jóvenes adultos y a los adulto mayores. Lamentable ya que, tanto para lxs jóvenes alienígenxs como para los terrestres, toda la información con o sin fundamento, pregonada por estos y otros días, les beneficiará enseñándoles que el amor tiene diversas formas y todas ellas son posibles.

Deben ser europeos, ellxs están mal de la cabeza (¡Qué bella familia!)

Preocupa mucho que al mariquita o a la machorra, se le trate con igualdad de condiciones al resto de sus compañerxs que son normales. Que ya sucede, aunque no lo crean. Sin embargo, es una situación difícil de evitar porque ellxs nacen rarxs por castigo divino. Igual que los indígenas exterminados de a poco por ser bárbaros e incivilizados; o, como los afrodescendientes, tratados y vendidos como esclavos por su color de piel; sin olvidar la invisibilidad de la mujer, por ser mujer; o, las guerras entre territorios en nombre de un Dios o de una Iglesia. De ahí que sean contradictorias las quejas de madres que siendo mujeres se interponen en la búsqueda de una sociedad justa e igualitaria para sus hijxs.

No son culpables del todo. Los medios de comunicación hacen su parte al reivindicar los modelos sexuales y fortalecer la cultura promoviendo estereotipos; la hegemonía de los sexos es liderada por ellos y las necesidades del mercado. La otra parte de irresponsabilidad deberán asumirla los políticos de la comunidad LGBTI porque todo se les convierte en la antesala de sus campañas, el ascenso o el beneficio en especie para sus fundaciones. Por lo que nadie sabe para quién paga los impuestos.

La contrariedad que se da en la actualidad muestra a hombres sumisos y mujeres castrantes. 
O, sino, hombre cada vez más violentos y mujeres cada vez más victimas. 

Es normal el rechazo hacia un proyecto futurista y utópico. A los colombianos nos dan duro los cambios y apenas si se logra asumir lo del matrimonio gay. Nacer neutrales para crecer libres. Aunque, la verdad sea dicha, los dirigentes actuales tienen tanto poder como caprichos. Así que, por primera vez, vamos por buen camino.