viernes, 4 de septiembre de 2020

MADONNA TAMBIÉN ES LENTA (LIBRO DE CUENTOS LGBTIQ+)

 

Ilustración de la Carátula por Dayhana Muñoz
Ilustración de la Carátula por Dayhana Muñoz


PRÓLOGO

Con un estilo propio, José Vazul cuenta las historias en Madonna también es lenta, su primer libro de cuentos. Cuando leí estos, me encontré con la particular característica que tiene de tomar aspectos del mundo real para recrear sus personajes, las tramas y los paisajes urbanos. Los personajes, por ejemplo, pueden llegar a ser la expresión viva de cualquiera de nosotros envueltos en situaciones, que por absurdas o cargadas de fantasías que se vean, no le serán ajenas a ninguno de los lectores. De ahí que esa combinación entre lo real o lo ficticio, lleve a que viajemos a nuestro mundo interior por medio de imágenes que vislumbran las diversas formas de pensar, de sentirse y de verse.

Ya en su poesía y en el teatro que ha escrito, deja traslucir el interés que tiene por narrar o poetizar los conflictos del ser y su identidad. En este libro lo hace viajando por su ciudad, por Cali. Entonces, pasa que cuando desea nombrar los espacios nos hace saber que estamos por la Avenida del Río, la Avenida Sexta o rumbeaderos como Mi Kasa Bar (que ya no existe), el lago de la Universidad del  Valle u otros. En ellos aparecen sus personajes expresándose y desenvolviéndose con una particularidad pacífica y densa al mismo tiempo. Cuando no tiene la necesidad de nombrar barrios o sitios nocturnos parecidos, las calles o cuadras se vuelven una con la trama, y saca provecho de los paisajes sonoros, visuales y sensitivos, para contar las historias de personajes que se transforman en la noche, dejándose llevar por el instinto animal de sus excesos y pasiones, sobreviven en el ocio y sacian su apetito voraz por sentirse vivos, por hablar desde la profundidad de sus complejidades, con el deseo ferviente de escapar de la monotonía de una ciudad esclavizada bajo la luz del día.

Estreno de Madonna en Oromo Café
Promo en el periódico del País
por el Lanzamiento del Libro
en Oromo Café


Quizá, porque conozco a José Vazul, me atrevo a decir que él se cuenta a través de estos 13 relatos. En conversaciones que hemos sostenido, manifiesta cómo sus vivencias estallaron sus letras y algunos de los personajes se convierten en su alter ego o en una analogía efímera de sí mismo, de amigos, familiares y vecinos. Por eso, siendo docente de literatura, no es gratuito que en el cuento Calzarse Dormida, haya una profesora que sufre adaptándose al sistema laboral del nuevo colegio en el que trabaja; o, veamos un hombre desvelado en Nunca se sabe a la Madrugada.

También, sus relatos son el pretexto para expresar el disfrute de lo simple y de lo atractivo de las fantasías. Es por eso que sus personajes, en la mayoría hombres gays, pasan por una conversación sencilla como sucede en Tom Vallejo, hasta por una follada agreste en un lote baldío en medio de la oscuridad, como se narra en Perro hombre; las alucinaciones y el enamoramiento, en medio de unos plones a un cigarro de marihuana entre un par de chicos; o, la soledad de un cincuentón fetichista que busca jovencitos o uniformados; todos estos hombres, que en definitiva, se atreven a disfrutar la belleza masculina.

De pronto, aparece una mujer atrapada en la rutina de su día a día. Para seguir con un artista que castra hombres para crear una obra de arte. Así mismo, nos cuenta la historia de una relación basada en el poliamor; o, la de una tortuga llamada Madonna, que pareciera ser el símbolo de la lentitud y de la dificultad del desapego en las relaciones. En otra, un hombre va olvidando a qué sabe su vida, mientras nos recreamos con personajes noctámbulos como Lucía, que vive fantaseando con los hombres; o, con un joven que para pasar el insomnio, se levanta a escribir, a ver porno y a chatear con webcamers a la madrugada; o, con Carlos, Isabel, James y un cuarto personaje que podría ser un alter ego de Vazul, que después de una noche de drogas, licor y rock and roll, sostienen una conversación que va y viene de lo sexual a lo relativo. Sin dejar pasar al punketo, que le gusta fumar, beber y que le den por el culo hasta que le flechen el corazón.

Todos estos son los personajes reflexivos que invaden a Madonna también es lenta. Para ellos, lo importante es el aquí y el ahora, alimentar el impulso del momento.

 

Andrés Jiménez

domingo, 17 de mayo de 2020

Plata Quemada (Reseña)


La primera vez que vi Plata Quemada me impresioné con la belleza de sus actores. La interpretación de estos es tenaz, crean un mundo interior potentísimo en sus personajes, trasmiten la decadencia del encierro obligado, de la represión, del delirio y la ambición. La primera escena que se me viene a la cabeza es la de El Cuervo follando con su novia y son vistos por El Nene en pleno acto. Este morbo que nada tiene que ver con la historia principal me acelera, una película porno es una guarrada al lado del erotismo que despiertan las cercanías entre El Nene y Ángel, los personajes principales.

En esta ocasión, como la quinta vez que la veo, recordé la segunda vez que volví a ella. Al terminar cogí mi bicicleta rumbo a la Vía Panamericana. Eran más de las diez de la noche. Debo decir que en la época de los veinte años viví una depresión por algún rompimiento amoroso y encontrarme con una historia en la que el amor gay no era fructífero, sobre todo por el contexto de los dos protagonistas, me volcó toda la mierda a los ojos. Durante el pedaleo constante y con furia no pude dejar de llorar de rabia por la dureza de nuestras personalidades, de la sociedad en la que vivimos y crecimos. Lo bueno, es que esto ya no es una carga, pues las luchas también tienen un principio y un final.

El de ellos es un final de película, claro está, pero que sucedió en la vida real, un robo histórico que deja su marca hasta en el cine. Todos mueren, hasta el dinero, que si no es para Dios menos será del Diablo. Para Ángel mueren las voces apocalípticas; para El Nene, el amor por Ángel; en Cuervo, la ambición; para Giselle, la posibilidad de un amor. Fontana es el único que toma una decisión sabia antes de la guerra, que los delincuentes vivirán con un juego de niños.  

Plata Quemada, siempre será un referente del cine gay al que volveré. En esta ocasión debido a la mala señal del internet, hemos vuelto a películas viejas, al CD, al DVD, a la TV análoga y caímos en ésta. En Relatos Salvajes, también y en otras (geniales), que no es tan vieja, en la que aparece ya veterano Leonardo Sbaraglia, que es toda una pinta de actor.  A mí me queda de tarea ir a la novela. Si alguno no la ha visto, se la recomiendo para que se escape un rato de Netflix y busque este increíble filme.

Director: Marcelo Pyñeiro
Adaptación de la novela homónima de Ricardo Piglia.

miércoles, 25 de marzo de 2020

El Hoyo

Imagen tomada de "La Republica" (Perú)

Dirección: Galder Gaztelu-Urrutia
Reparto: Iván Massagué – Zoiron Eguileor – Antonia San Juan – Emilia Buale – Alexandra Masangkay – Eric Goode – Algis Arlauskas – Miriam Martín – Oscar Oliver.

Aprovechando que una amiga preguntó en su muro en Facebook, sobre si habíamos entendido -obvio, claro que no es obvio- el final de El Hoyo de Netflix, escribí la siguiente reflexión a partir de su final. Les comparto:

El final es una chimba. El mensaje es la niña. Ella misma será la respuesta para todos los que están en esa guerra del hambre y la jerarquía dentro de esos niveles al que han sido confinados. Ella misma, que sobrevivió tanto tiempo, mientras su madre se vengaba o se defendía en el transcurso de la búsqueda, desde de su desaparición. Así mismo nosotros en la vida real en donde estamos confinados al encierro debido a una peste (la naturaleza del planeta actúa sola para limpiarse), por andar de competencia en competencia, encarnados en el ego y el hambre de éxito.

La niña es el mensaje. Y, El Quijote, Goreng, es el protagonista -hermoso, caritativo, humano- fue el único que guardó la esperanza de salir del hoyo de mierda en el que han caído todos ellos que semeja una cárcel o moderna Babel. Tanto él como nosotros, nos hemos tenido que manchar para aprender a reconocer nuestras virtudes. A la niña no, por eso la niña es el mensaje, su alma está limpia, nada la ha permeado para mantenerse viva. El Hoyo, es uno de los espejos más fieles que ha construido el cine para nosotros, así como Parásitos o Joker. El Hoyo, es una película excepcional".

Cuando terminé de verla me desenchufé. Me quedé perplejo. Sabía que ni siquiera debía opinar algo. Cuatro días después me permití escribir y sabía que El Hoyo me había enseñado a pesar de su transito "gore" para dummies (otros podrán decir que fue fuertísimo o que ni siquiera le pega). Lo demás es pura abstracción.