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Ilustración de la Carátula por Dayhana Muñoz |
PRÓLOGO
Con
un estilo propio, José Vazul cuenta las historias en Madonna también es lenta, su primer libro de cuentos. Cuando leí
estos, me encontré con la particular característica que tiene de tomar aspectos
del mundo real para recrear sus personajes, las tramas y los paisajes urbanos. Los
personajes, por ejemplo, pueden llegar a ser la expresión viva de cualquiera de
nosotros envueltos en situaciones, que por absurdas o cargadas de fantasías que
se vean, no le serán ajenas a ninguno de los lectores. De ahí que esa
combinación entre lo real o lo ficticio, lleve a que viajemos a nuestro mundo
interior por medio de imágenes que vislumbran las diversas formas de pensar, de
sentirse y de verse.
Ya en su poesía y en el teatro que ha escrito, deja traslucir el interés que tiene por narrar o poetizar los conflictos del ser y su identidad. En este libro lo hace viajando por su ciudad, por Cali. Entonces, pasa que cuando desea nombrar los espacios nos hace saber que estamos por la Avenida del Río, la Avenida Sexta o rumbeaderos como Mi Kasa Bar (que ya no existe), el lago de la Universidad del Valle u otros. En ellos aparecen sus personajes expresándose y desenvolviéndose con una particularidad pacífica y densa al mismo tiempo. Cuando no tiene la necesidad de nombrar barrios o sitios nocturnos parecidos, las calles o cuadras se vuelven una con la trama, y saca provecho de los paisajes sonoros, visuales y sensitivos, para contar las historias de personajes que se transforman en la noche, dejándose llevar por el instinto animal de sus excesos y pasiones, sobreviven en el ocio y sacian su apetito voraz por sentirse vivos, por hablar desde la profundidad de sus complejidades, con el deseo ferviente de escapar de la monotonía de una ciudad esclavizada bajo la luz del día.
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Promo en el periódico del País por el Lanzamiento del Libro en Oromo Café |
Quizá,
porque conozco a José Vazul, me atrevo a decir que él se cuenta a través de
estos 13 relatos. En conversaciones que hemos sostenido, manifiesta cómo sus
vivencias estallaron sus letras y algunos de los personajes se convierten en su
alter ego o en una analogía efímera de sí mismo, de amigos, familiares y
vecinos. Por eso, siendo docente de literatura, no es gratuito que en el cuento
Calzarse Dormida, haya una profesora
que sufre adaptándose al sistema laboral del nuevo colegio en el que trabaja;
o, veamos un hombre desvelado en Nunca se
sabe a la Madrugada.
También,
sus relatos son el pretexto para expresar el disfrute de lo simple y de lo
atractivo de las fantasías. Es por eso que sus personajes, en la mayoría hombres
gays, pasan por una conversación sencilla como sucede en Tom Vallejo, hasta por una follada agreste en un lote baldío en
medio de la oscuridad, como se narra en Perro
hombre; las alucinaciones y el enamoramiento, en medio de unos plones a un
cigarro de marihuana entre un par de chicos; o, la soledad de un cincuentón
fetichista que busca jovencitos o uniformados; todos estos hombres, que en
definitiva, se atreven a disfrutar la belleza masculina.
De
pronto, aparece una mujer atrapada en la rutina de su día a día. Para seguir
con un artista que castra hombres para crear una obra de arte. Así mismo, nos
cuenta la historia de una relación basada en el poliamor; o, la de una tortuga
llamada Madonna, que pareciera ser el símbolo de la lentitud y de la dificultad
del desapego en las relaciones. En otra, un hombre va olvidando a qué sabe su
vida, mientras nos recreamos con personajes noctámbulos como Lucía, que vive
fantaseando con los hombres; o, con un joven que para pasar el insomnio, se
levanta a escribir, a ver porno y a chatear con webcamers a la madrugada; o,
con Carlos, Isabel, James y un cuarto personaje que podría ser un alter ego de Vazul,
que después de una noche de drogas, licor y rock and roll, sostienen una
conversación que va y viene de lo sexual a lo relativo. Sin dejar pasar al
punketo, que le gusta fumar, beber y que le den por el culo hasta que le
flechen el corazón.
Todos
estos son los personajes reflexivos que invaden a Madonna también es lenta. Para ellos, lo importante es el aquí y el
ahora, alimentar el impulso del momento.
Andrés Jiménez